Santiago –hermano mayor de Juan el Evangelista e hijo de Zebedeo y Salomé– fue testigo de varios milagros como la curación instantánea de la suegra de san Pedro, de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración de Jesús y de su agonía en el huerto de Getsemaní.
En el año 44 d.C. fue decapitado en Palestina por Herodes Agripa I, según el relato de los Hechos de los Apóstoles. Fue el primer apóstol martirizado.
La leyenda cuenta que sus restos fueron recogidos por sus discípulos y con ayuda de la comunidad fueron trasladados en una barca de piedra que llegaría hasta la desembocadura del río Ulla. Se cree que los restos fueron enterrados en Santiago de Compostela en España. Desde el siglo VIII d.C. se ha estado celebrando esta fiesta en honor a Santiago Apóstol.
Por todo esto, del 16 al 24 de julio los santiagueños devotos a este santo han participado en las novenas predicadas por el párroco de la Iglesia Catedral de Santiago Apóstol, Daniel Pallais. Además se han realizado eventos culturales con la participación de colegios, bandas musicales y coros.